Cómo Prevenir un Ictus:
Factores de Riesgo y Consejos Claves
El ictus es una de las principales causas de Daño Cerebral Adquirido (DCA) y puede afectar gravemente la calidad de vida de quienes lo sufren. Si bien no siempre se puede evitar, conocer los factores de riesgo y adoptar un estilo de vida saludable puede ayudar a reducir significativamente las probabilidades de padecerlo.
¿Qué es un ictus?
Un ictus ocurre cuando el flujo sanguíneo al cerebro se ve interrumpido, ya sea por la obstrucción de una arteria (ictus isquémico) o por una hemorragia cerebral (ictus hemorrágico). Esta interrupción provoca la muerte de las células cerebrales en la zona afectada, lo que puede causar secuelas permanentes.
Factores de riesgo del ictus
Existen factores de riesgo que aumentan la posibilidad de sufrir un ictus. Algunos son modificables con cambios en el estilo de vida, mientras que otros, como la edad o la genética, no pueden controlarse.
Factores de riesgo modificables:
- Hipertensión arterial: Es el principal factor de riesgo. Controlar la presión arterial mediante una dieta saludable y ejercicio es clave.
- Colesterol alto: Niveles elevados de colesterol pueden obstruir las arterias y aumentar el riesgo de ictus.
- Diabetes: El descontrol del azúcar en sangre afecta la circulación y puede dañar los vasos sanguíneos.
- Tabaquismo: Fumar duplica el riesgo de ictus, ya que daña las arterias y reduce el oxígeno en la sangre.
- Consumo excesivo de alcohol: Beber en exceso puede elevar la presión arterial y aumentar las posibilidades de sufrir un ictus.
- Sedentarismo: La falta de actividad física contribuye a la obesidad, hipertensión y diabetes.
Factores de riesgo no modificables:
- Edad: El riesgo aumenta con la edad, especialmente después de los 55 años.
- Historial familiar: Si un familiar cercano ha sufrido un ictus, es posible que el riesgo sea mayor.
- Sexo: Los hombres tienen un riesgo ligeramente mayor de sufrir un ictus, aunque las mujeres suelen tener peor pronóstico cuando lo padecen.
Cómo reducir el riesgo de ictus
Si bien algunos factores no pueden modificarse, hay medidas efectivas para reducir las probabilidades de padecer un ictus:
- Controlar la presión arterial: Realizar controles periódicos y seguir el tratamiento médico si es necesario.
- Seguir una alimentación saludable: Priorizar frutas, verduras, cereales integrales y reducir el consumo de sal y grasas saturadas.
- Mantener un peso adecuado: El sobrepeso y la obesidad aumentan el riesgo de hipertensión y diabetes.
- Hacer ejercicio regularmente: Se recomienda al menos 30 minutos de actividad física moderada la mayoría de los días de la semana.
- Evitar el tabaco y el alcohol en exceso: Dejar de fumar y reducir el consumo de alcohol puede disminuir considerablemente el riesgo.
- Controlar la diabetes y el colesterol: Seguir las indicaciones médicas y realizar controles periódicos.
Reconocer los síntomas del ictus
Identificar los signos de un ictus a tiempo puede salvar vidas. La regla FAST ayuda a recordar los principales síntomas:
- Face (cara): Asimetría o caída de un lado del rostro.
- Arm (brazo): Debilidad o entumecimiento en un brazo.
- Speech (habla): Dificultad para hablar o entender.
- Time (tiempo): Actuar rápidamente y llamar a emergencias.
Prevenir un ictus implica un compromiso con la salud y la adopción de hábitos que protejan el cerebro y el sistema cardiovascular. No todas las personas pueden evitarlo, pero tomar medidas preventivas puede marcar una gran diferencia.
Si tú o un ser querido tienen factores de riesgo, consulta con un profesional de la salud para recibir orientación personalizada.
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